Sopa corsa
Una sopa con cuerpo y contenido que, si te empeñas, te puede arreglar una comida completa.
¿Sopa o potaje? Son muchas las elaboraciones que pasan la línea de la sopa sencilla, lavada y ligera para tirarse de cabeza al mundo potaje. Aprenden de la minestrone o la minestra italiana enriqueciéndose con legumbres, cárnicos y diciendo sí a un buen tapiz de vegetales o tubérculos.
La sopa corsa está en esa categoría de sopas rotundas que me encantan, que alimentan y que, si aumentas la ración, pueden servirte como plato único. Cucharita para náufragos. Es una de tantas sopas de Córcega. Originalmente lleva patatas, ajos, cebolla, coles, tomate, huesos de jamón, alubias y mangelwurzel, un tubérculo de la misma especia que las remolachas.
Esta es mi interpretación de esta receta, con los ingredientes que se pueden encontrar en nuestros mercados. Puedes añadir otros tubérculos para solucionar la ausencia del mangelwurzel (batata, nabo o chirivía), y cambiar algunas hortalizas en función de tus gustos y la temporada. Las recetas están vivas y es absurdo mantenerlas inamovibles. ¡Hazla tuya!
Las alubias
¿Tienen que ser blancas sí o sí? Vamos a ser flexibles. Utiliza las alubias que tengas en tu despensa, las que uses habitualmente o las que te gusten especialmente. Pintas, negras, blancas o arrocinas, cada una tiene su carácter, textura y sabor, y marcarán el resultado de tu sopa corsa.