Sopa castellana
Sopa rica, sopa pobre. Como aquella serie en la que salía Rudy Jordache, el rico, pero en sopa. Esta es la historia de la sopa de ajo y la sopa castellana, que muchos confunden como si fuera una sola, pero que tienen sus matices; matices que se reducen a que una tiene proteínas en forma de jamón, huevo y chorizo y la otra no. O eso dicen.
No hay una única receta de sopa de ajo como tampoco la hay de sopa castellana. De hecho, en El libro de la cocina española, de Néstor Luján y Juan Perucho (Ediciones Danae 1970), dicen esto: "Veamos las sopas de ajo castellanas. Son casi todas parecidas a las de Madrid.
En algunos pueblos de la provincia de Guadalajara las ponen al horno y les añaden cominos tostados. En otros lugares desaparece el pimentón que en Madrid tanto acredita a estas sopas. (...) Sopas de ajo las hay en toda España. Es símbolo de sencillez: "no inventó las sopas de ajo", se dice de alguien de cortos alcances".
Nuestra receta de sopa castellana en slow cooker lleva pimentón…