Puré de lentejas amarillas
En casa hemos recogido las toallas, el aftersun y la pamela, y los hemos sustituido por cucharas, cucharones y picatostes, que es el equipaje con el que pasamos los otoñoinviernos en la residencia Crockpotting. Y hemos tomado una decisión muy hipster: vamos a hacer menos cremas y más purés.
¿No te has preguntado nunca qué diablos ha pasado con los purés de toda la vida? Yo llegaba del cole y mi madre anunciaba: "Hoy hay puré". Nada de "Hoy hemos hecho una cremita con verduritas y crujiente de crustáceos", no, puré puro y duro, reconfortante y calentito.
El nuevo siglo nos trajo estas cosas. En las cocinas domésticas se empezó a hablar en diminutivo y a hacer cremas y reducciones, olvidando la chicha de la cocina casera. Lo de toda la vida. Y hoy hay puré. De lentejas amarillas, una legumbre repelada que probablemente pase bastante desapercibida en el lineal del supermercado, pero que es perfecta para hacer precisamente eso: purés de legumbre.
Prácticamente se deshace con la cocción, n…