Pollo asado
Hace tiempo que empecé a hacer el pollo asado bajando la temperatura del horno y aumentando el tiempo. Los resultados mejoraron notablemente, ganando en ternura de la carne e incluso en sabor. Eso fue en la era precrockpot, cuando aún no conocía la existencia de la olla de cocción lenta, esos tiempos de oscuridad y prisas.
Entonces ya me llamaba la atención esto de cocinar despacito, pero algunos corifeos me reprochaban el gasto energético del horno en un intento de que el pollo se me atragantara en el gaznate.
Puesta en harina con el slowcooking lo tuve claro: aprovecharía las ventajas de la cocción lenta sin dejar de lado un chute de grill para churruscar la piel del plumífero. Y a eso me puse. Y de ahí salió Calimero lanzando mensajes de optimismo: ¡qué sabor! ¡qué textura! ¡qué ternura por Dios!
Sí, ya sé que te parecerá que el pollo asado de la foto va pasado de azafrán, pero oye, ni gota de eso en la receta; el caso es que siempre suelo usar pollo de corral, de granja, de los qu…