Mermelada de naranja sanguina
¿Qué pasó con las naranjas sanguinas? Hace muchos muchos años, cuando era pequeña, no era difícil encontrarlas en el mercado. Mi madre las traía a casa y, aunque ahora confiesa que nunca le hicieron demasiada gracia, a mí me flipaba que una naranja pudiera tener la carne roja y dar un zumo que parecía sangre. Y un buen día desaparecieron. Deje de verlas en la mesa y no volví a encontrarlas en la compra.
Ganas me estaban dando de escribir a Lobatón para que las buscara, cuando de pronto volvieron a surgir entre las montañas de cítricos de los puestos de frutas, hace tres o cuatro años. Y claro, desde entonces pasan unos cuantos kilos de naranjas sanguinas por casa mientras dura su corta temporada.
Este año me estoy atiborrando a zumo, me encanta la combinación de dulzor y acidez, y he decidido disfrutarlas durante más tiempo en forma de mermelada. También me he dedicado durante unos días a secar la piel y laminarla para utilizar la piel seca en postres y otras preparaciones.
Las naranj…