Menú semanal Plus | Segunda semana de octubre 2024
Una cocina en blanco y beige. Decoramos la casa en otoño con poco. Una galería de arte contemporáneo gastronómico, nos cuelgan un sambenito y tenemos pelis festivaleras.
Una semana más, el menú semanal llega para ayudarte a organizar las comidas y cenas de la semana que viene. En tu mano está adaptarlo a tus gustos y necesidades, seguirlo en parte o al pie de la letra. Haz tu lista de la compra y que el lunes te pille en perfecto estado de revista. ¡Que tengas una buena semana!
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Esta pequeña cocina, proyectada por Marta Rafecas, trasmite paz con una mirada. Está situada en una casa antigua que deja ver sus venas en las viguetas del techo abuhardillado. Al blanco, que domina las paredes y las alturas, le bajan los humos los tonos beige de los electrodomésticos, los tejidos, las baldosas, los platos portugueses antiguos y el suelo.
El negro del mantel y las sillas es un contraste necesario para no salir volando mentalmente. A estos ambientes tan etéreos les viene bien que algo les ponga en su sitio.
Empiezo mirando al suelo. Las baldosas hexagonales de barro cocido me parecen preciosas y muy adecuadas. Me da en la nariz que aquí ha habido un largo viaje para encontrarlas, porque esta cerámica normalmente se sirve en tonos rojizos. Es una base perfecta sobre la que desarrollar este espacio tan delicado.
La cocina está hecha con muebles de obra encalados, tanto la zona de cocción como la pequeña península con el fregadero. Un rollo muy ibicenco, acentuado con las lámparas integradas, que proyectan luz desde las paredes.
El frente está cubierto con unos azulejos recuperados de un derribo con detalles en azul y rojo sobre un fondo color beige, que tienen el encanto de lo antiguo.
A un lado se ha construido una celosía con piezas de barro perfectamente integrada en el ambiente. Una pequeña mesa auxiliar de madera da servicio a un lado de la pequeña barra/península.
El perrete duerme tranquilo, agradeciendo tanta calma cromática. Me representa.
Cuando era niña, las casas se decoraban excepcionalmente en Navidad: se preparaba todo el día de la lotería y se quitaba después de Reyes. Luego llegaba una larga travesía en la que las casas volvían a los cuadros, las figuritas tipo Lladró y los tapetes de siempre.
Notábamos que era otoño porque nos decían veinte veces al día que nos pusiéramos el jersey. Ahora es imposible no saberlo. Antes de que la primera hoja se atreva a zambullirse en un charco, ya tenemos cientos de tutoriales para decorar la casa de otoño, con sus setitas, sus calabazas y sus cosas de dar miedo, porque otoño es también Halloween.
Y servidora, cascarrabias con estas cosas un rato, pero lo que me gusta a mí una corona en una puerta en cualquier estación lo saben las ranas; así que he hecho una recopilación de cucadas y manualidades por si te apetece –o te obligan– decorar un poco tu casa, no sea que los que la habitan sigan pensando que es verano.
sibster se marca una guirnalda de setitas hechas con piel de mandarinas y palitos que no puede ser más bonita. Puede que sea perecedera, pero qué entretenido hacerla y qué bien quedará por ahí colgada.
so.leben.wir aprovecha los envases de cartón de huevos para crear escobas, fantasmas y sombreros de bruja colgantes. Parece muy fácil y solo se necesita la complicidad de unos palitos, cordel, pegamento y pintura.
Pero, un momento, no podemos perdernos su salón, con la corona más grande del otoño, calabazas por todos lados y unas setas colgantes hechas con la misma técnica del cartón de huevos.
isi_y_ro se va de paseo y vuelve con los bolsillos llenos de hojas y la cabeza a tope de ideas para hacer guirnaldas luminosas otoñales con bellotas hechas a mano. Dale al interruptor.