Menú semanal Plus | Cuarta semana de abril 2024
Una cocina con una ventana al frescor. Panes sardos finos y crujientes. Miley, siempre, Miley; nuevos descubrimientos en Pompeya y moda urbana en Milán. Y recetas deliciosas para toda la semana.
Una semana más, el menú semanal llega para ayudarte a organizar las comidas y cenas de la semana que viene. En tu mano está adaptarlo a tus gustos y necesidades, seguirlo en parte o al pie de la letra. Haz tu lista de la compra y que el lunes te pille en perfecto estado de revista. ¡Que tengas una buena semana!
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La cocina de esta semana me gusta especialmente porque no se parece a los cientos de cocinas que podemos encontrar en redes; cuquis, con sus alfombras, sus detalles vaporosos y su aire rural chic.
Se ha pensado en un espacio completamente personal, alejándose de tendencias o tomándolas, pero interpretándolas de una manera mucho más sugerente.
Aquí prepara sus alimentos y pasa parte de su vida Antonela Scocco. La vivienda, ubicada en Rosario, Argentina, podría responder a la arquitectura característica de las casas chorizo de Argentina y Uruguay, de las que hablamos el año pasado. Es una casa estrecha, ventilada a un patio y con estancias comunicadas.
La cocina tiene entrada directa desde el exterior –en realidad es un segundo acceso– algo que resulta muy práctico aunque no sea de uso común. Hay dos elementos que son los que dan carácter y personalidad a este proyecto: los ventanales con estructura metálica negra y cristales de colores, y los muebles y la encimera de madera.
Tanto las ventanas como la separación entre cocina y comedor parecen antiguos, pero son nuevos y están hechos aprovechando la tendencia actual de dividir espacios con cuarterones de aspecto industrial, utilizando vidrio opaco en la corredera y perfiles gruesos con vidrios de colores en las ventanas, que se repiten en toda la casa. Un acierto que hace que esta casa, aún siguiendo una tendencia muy marcada, sea atemporal y única.
Los muebles de cocina son absolutamente sencillos. No tienen molduras ni adornos, se resalta la belleza natural de la madera noble y el resultado es espectacular al unir muebles y encimera en un solo material. La mesa y las sillas combinan perfectamente con la madera de muebles y encimera, un acierto rotundo.
El suelo de damero se extiende a la zona contigua, en la que hay un comedor recibidor, y las paredes se visten con grandes azulejos solo hasta media altura, lo justo para dar servicio a la encimera.
Las lámparas de techo me encantan. Son de opalina tipo ferroviarias. Tres se agrupan sobre la zona de trabajo y una ilumina la mesa en solitario.
Una de las condiciones sobre la que se construyó esta cocina, fue que hubiera un gran ventanal que dejara ver el patio ajardinado mientras se trabajaba en el fregadero. Se ha conseguido mucho más que eso. La vegetación es un elemento más en este espacio lleno de luz, frescor y verde.
Antonella Scocco en Instagram
Hace unas semanas, comprando en un hipermercado, vi un producto que hizo que saltara mi alarma de cosas potencialmente interesantes. La propuesta no podía más que emocionarme: unas obleas finísimas de pan que prometían rollito crujiente y que podían dar mucho juego en la mesa: Carasau decía una de las cajas, Guttiau, la otra. Cogí una de cada y las puse en el carro.
En casa, no tardé en abrir una de las cajas y probar. Tuve que contenerme, porque ese pan resultó tremendamente contagioso: una oblea daba paso a otra y a otra y a otra, y tuve que esforzarme en parar.
Pan carasau
Todo empieza en Cerdeña, en La Barbagia. Los pastores de la zona pasaban tiempo fuera de casa, de manera que se ideó un pan que durara tiempo sin enranciarse ni estropearse y que se pudiera transportar fácilmente.
Eliminando la humedad se conseguía que pesara poco y se conservara bien. Las obleas de pane carasau –hecho con harina y sémola de trigo duro–, finas como el papel de un músico (así le llaman), les daban energía para llevar a cabo el duro trabajo diario.
Es un pan con una elaboración compleja, con un doble horneado a alta temperatura y dos cortes en distintos tiempos.
El carasau es el pan de pastores sardo original. De él parten dos variantes: el pistoccu –más grueso y rústico– y el guttiau, que es un pistoccu con aceite y sal y algo más tostado.
Es un pan para los días grandes. Para cuando quieres presentar una cesta de panes variados con tablas de quesos, patés,o embutidos. Para rematar ensaladillas, añadir las obleas troceadas a ensaladas, o para preparar sandwiches finos y crujientes.
En El Comidista apuntan otro uso, que quizá para los que somos adoradores de lo crujiente, puede darnos algo de bajón inicial, pero que es una gran idea: un carasau humedecido con un caldo potente y servido con huevo, tomate y queso pecorino. Si alguna vez has probado y te ha gustado la sopa de tortillas mexicana, te gustarás esta sopa de carasau.
El pan carasau se puede encontrar en Ahorramás, Makro, Hipercor y tiendas online.
Documentación
Miley Cyrus. A mis orejas les da igual lo que cante, se quedan cuajadas y con ganas de más cada vez que se lleva un micrófono a la boca y suelta su chorro de voz.
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