Leche aromatizada con hierbas y especias
Una infusión de leche, hierbas y especias que es una llave para otras muchas recetas y elaboraciones deliciosas y llenas de sabor.
Puedes escuchar el texto completo en este enlace al podcast.
El slow cooker tiene buenas cualidades para infusionar y aromatizar líquidos. Una de las ventajas principales es que la prisa queda atrás, y no hay riesgo de desbordamientos o de que el líquido se queme y se pegue al recipiente.
Esta leche aromatizada con hierbas y especias nace tras haber leído sobre la moon milk, una bebida de moda a la que, al parecer, se le atribuyen propiedades supercalifragilísticas relacionadas con el ayurveda.
No voy a decir nada en contra, pero a mí el ayurveda me pilla a muchas paradas de distancia y lo que de verdad me vuelve loca es conseguir cosas ricas que echarme al gaznate. Y esta leche lo es.
El baile de funciones
Verás que jugamos con las funciones para conseguir nuestros objetivos. Empezamos la cocción en ALTA, proseguimos en “Mantener caliente” y sustituimos esta por BAJA cuando el slow cooker no tiene “Keep warm”.
Es una manera de evitar que la leche se sobrecaliente y se corte, dejando que coja calor suficiente las primeras dos horas y suavizando la temperatura después. Finalmente, durante el tiempo de enfriado sigue infusionando, por eso es importante no colar hasta el final.
Otras leches
Se pueden usar otras leches, además de la de vaca, para aromatizar. Es importante tener en cuenta que el sabor de cada una de ellas marcará el carácter final de la bebida, pero si estás acostumbrado a la soja, a la avena o a la almendra, no será un problema.
También se puede hacer con leche sin lactosa, teniendo en cuenta que esta es algo más dulce y que tiende a caramelizarse. Esto no tiene demasiada importancia: si ves que en los bordes se forma una película color caramelo, esta es la razón.
Múltiples posibilidades
De un proceso pueden salir muchas posibilidades, y con esta infusión de leche tenemos un buen ejemplo. Lo mismo que ponemos tomillo, romero y especias, podemos pensar en un hueso de jamón, un poco de pimienta en grano y, otra vez, tomillo fresco para hacer una leche con la que elaborar bechamel o hacer las croquetas más sabrosas que puedas imaginar.
Piensa también en una leche aromatizada con vainilla, canela o corteza de cítricos –siempre eliminando el amargo albedo– con la que hacer unas torrijas, bread&butter, pudines de pan o un helado.
No solo en las cafeterías cuquis y carísimas se pueden tomar cafés modernos de la muerte. Si tienes una leche infusionada con especias, con canela, vainilla, etc., podrás hacer en tu casa cafés, tés o granizados espectaculares.
No sabes cómo queda esta leche convertida en espuma tras pasar por un espumador, encima de un buen café expreso. Yo siempre hago la espuma en frío, con la leche y el espumador –siempre que no sea eléctrico– reposados en el frigorífico para que está bien fríos. Se espera unos minutos después de darle a la zambomba, y la espuma sale espesa y gustosa.
En verano suelo hacer café batido con hielo. Bato leche, hielo y un poco de café, en polvo o líquido y el resultado es una locura de espuma fría llena de sabor. Mucho mejor que un granizado. Dejando a un lado el café y utilizando leche aromatizada, el resultado es buenísimo y diferente.
Después de viajar desde los granizados hasta las croquetas, queda claro que esta receta tan sencilla es de todo menos simple: es un comodín que te hará disfrutar jugando con hierbas, especias y otros aromatizantes.
Preparación: 5 minutos
Cocción: 4 horas
Reposo: Hasta enfriar
Función: ALTA-Mantener caliente-Baja
Raciones: 1 litro
1 colador
1 litro de leche
4 vainas de cardamomo
Pimienta negra o de Jamaica (en grano)