Crockpotting | La cocina privada

Crockpotting | La cocina privada

Share this post

Crockpotting | La cocina privada
Crockpotting | La cocina privada
Garbanzos con calabaza, batata y morcilla
Copiar enlace
Facebook
Email
Notes
Más

Garbanzos con calabaza, batata y morcilla

Puro invierno en el plato. Un guiso garbancero contundente y sabroso para sacar a pasear la cuchara y comer con gusto.

Avatar de Marta Miranda | Crockpotting
Marta Miranda | Crockpotting
ene 12, 2025
∙ De pago
14

Share this post

Crockpotting | La cocina privada
Crockpotting | La cocina privada
Garbanzos con calabaza, batata y morcilla
Copiar enlace
Facebook
Email
Notes
Más
2
Compartir

Puedes escuchar el texto completo en este enlace al podcast.

Deberíais llamarme “La potajitos”. Cuando pienso en comida confortable, pienso en potaje. Cuando quiero invitar a comer a casa pregunto: “¿Os gustan los potajes?” Si hay un potaje en la mesa me bajan los ritmos, me siento segura y abrazo la cuchara.

Para mí, son lo mejor de la cocina, y por eso el invierno me hace muy feliz con ollas humeantes llenas de legumbre, patatas, berzas, morcilla, chorizo y hortalizas.

Este potaje de garbanzos con calabaza, batata y morcilla es muy fácil de hacer. Solo hay que prestar atención a los tiempos para que la calabaza, la batata y la morcilla se cocinen sin deshacerse.

Los tiempos en escalera

La calabaza y la batata, que a simple vista parecen recias e invencibles, se quedan en nada si se cocinan durante mucho tiempo. Desaparecen y hacen un caldo grueso, pero no es el efecto deseado: queremos tener trozos enteros que mordisquear y disfrutar. Por eso las añadimos cuando los garbanzos están casi a punto, para que tengan sus dos horas de cocción en función ALTA.

La morcilla también es un poco tiquismiquis (o quizá lo sea yo) y puede abrirse y desparramarse si la cocinamos durante mucho tiempo. Es un producto que ya tiene un proceso de cocción previo, por eso lo cocinamos muy poco, lo justo para que se caliente.

Deja un comentario

Los garbanzos son los niños mimados de las legumbres. Cualquier cosa puede influirles para que se nieguen a terminar de cocinarse: que sean viejos, que el agua sea dura, que Urano se alinee con Saturno… Por eso el tiempo de cocción puede ser de 5 horas o de 10. Hay que observar y cocinar con previsión.

Te dejo las orientaciones para que puedas cumplir con los tiempos, que todo quede tierno y puedas disfrutar de un potaje de diez.

El toquecito final

Hay un paso que para mí es muy importante cuando hago este tipo de platos: el condimento final. Podríamos conformarnos con servir el guiso tal cual, pero tomarnos un momento para probar, añadir más sal si hace falta, poner su pimienta, una punta de comino, probar, rectificar, poner una ralladura por aquí, un chupito de algo por allá, nos proporciona muchos matices de sabor. No te lo saltes e incorpóralo como costumbre. Es la manera de hacer tuya una receta, dar ese toque secreto que sale de tus manos.

El reposo

Este platazo lo comimos con nuestros vecinos tres días después de haberlo cocinado y fotografiado. Nos esperó pacientemente en el frigorífico, y cuando lo regeneré, calentándolo a fuego lento en una cazuela, estaba aún mejor que recién hecho. Reposado gana, así que puedes plantearte cocinarlo con antelación.

Compartir

Preparación: 15 minutos
Remojo:      10 horas
Cocción:     10 horas
Función:     ALTA
Raciones:    4-6
  • 350 g de garbanzos secos

  • 500 g de calabaza pelada

  • 500 g de batata pelada

  • 1 corte de hueso de jamón

Esta publicación es para suscriptores de pago.

Already a paid subscriber? Iniciar sesión
© 2025 Marta Miranda | Crockpotting
Privacidad ∙ Términos ∙ Aviso de recolección
Empieza a escribirDescargar la app
Substack es el hogar de la gran cultura

Compartir

Copiar enlace
Facebook
Email
Notes
Más