Dorada a la sal
La olla de cocción lenta tiene algo de múltiple personalidad; en realidad es una olla encastrada en una carcasa con poderes, pero a veces se pone el disfraz de Mortadelo y se convierte en un baño María, una fondue o, como es el caso, en un pequeño horno. ¿Quién nos iba a decir que es perfecta para cocinar a la sal?
Carnes o pescados se rinden a sus encantos bajo una costra de sal gorda, cocinándose en su jugo y adquiriendo la sazón justa y necesaria. Hoy le ha tocado a una dorada a la sal que bien podría terminar en una mesa de Navidad. Es verdad que en este caso la olla lenta tiene una limitación: el tamaño, pero ¿quién no ha sentado un cuñado a dieta en Nochebuena?
Si necesitas tener un menú alternativo al colesterolazo al que vas a someter a tu familia en el trisque navideño, esta es la receta perfecta. Es en estos casos cuando envidio profundamente a aquellas mentes previsoras y megalomaníacas que se compraron un slow cooker de seis litros y pico.
¿Sabías que las hay hasta de ocho…