Es verano, llévate tu slow cooker de vacaciones
Llega el momento de salir pitando hacia la playa, la montaña, el pueblo o una isla desierta. Mientras la casa es un barullo de maletas, neceseres y bolsas de viaje, tú piensas que al final te va a faltar algo. Siempre falta algo. Pasas un momento por la cocina y de pronto la ves, allí, en su esquinita, como con un mohín de pena. Es tu slow cooker, tu Crock, que tantos buenos momentos te dedica a diario. ¿Vas a poder prescindir de ella durante las vacaciones?
Probablemente, si vas a un hotel a mesa puesta, no sea plan llevar una olla lenta junto al bañador. Lo mismo se aplica a los viajes en tren o avión, en los que el peso es importante y solo se dispone de dos manos para acarrear los bártulos. Pero si te vas a un apartamento o una casa en coche... ¡ay!, entonces las malas –buenas– ideas empiezan a surgir como champiñones. Si tu slow cooker te facilita la vida mientras trabajas, ¿qué no podrá hacer mientras te diviertes?
Si tienes un hueco en el maletero para un bulto más, llévate tu cr…