Crema de apionabo y almendra
El otoño, el invierno y la Navidad para mí tienen sabor a crema de hortalizas. No hay nada más reconfortante que saber que tienes para comer una crema caliente cuando fuera hace un frío que pela. Esta crema de apionabo y almendras tiene suficiente personalidad para merecer un lugar en una mesa de Nochebuena, Nochevieja o Navidad.
El apionabo es una raíz con un aroma y sabor que no dejan indiferente, y por eso es ideal para elaborar este tipo de cremas. Si nunca lo has visto en el mercado, puede que te haya pasado desapercibido. Donde yo lo compro suele estar en la parte más baja del lineal de hortalizas, casi escondido, con ese aspecto de tiene de haber pasado una temporada bajo tierra. Cosas de ser una raíz.
Esta crema es muy fácil de elaborar, con una sencilla cocción inicial y dos trucos mágicos –la cebolla pochada y la almendra tostada– que le dan empaque, texturas y contraste de sabor. Puedes ajustar su textura según te gusten las cremas más o menos espesas, añadiendo caldo o agua …