Confit de pato
No es fácil encontrar un pato entero en el mercado, lo sé. Esta receta es fruto de una escapada al sur de Francia en busca de viandas varias. Cuando viajo hacia el norte, si tengo una mañana, suelo acercarme a San Juan de Luz, Anglet o Urrugne para llenar el maletero de patatas, mantequilla, quesos, conservas, aves o verduras galas. Dirás que para qué, habiendo en España los productos que hay, pero una es curiosa y con tendencia a explorar en mercados ajenos.
Una de las cosas que más me llama la atención de los mercados franceses es que se pueden encontrar muchos más tipos de aves que aquí, que no salimos del picantón, el pollo y la gallina. Y allí estaba, rebuscando en la sección de aves de un hipermercado francés, cuando vi unas bolsas grandes que rezaban: "canard sans foie".
Palpé y allí había un pato entero y verdadero. Fresco, frío, y esperando a que la menda lo acogiera en su seno. Y lo vi claro: –te voy a confitar, Lucas– le dije. Al día siguiente, después de un taco de kilómet…