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Los chipirones son para el verano. Como las bicicletas, los polos y los vestidos vaporosos. En julio, agosto y septiembre vas a encontrarlos en el mercado en su mejor momento, con un cartelito imaginario entre su tentaculitos en el que se lee “llévame a casa y cómeme”.
La parte más laborioso de esta receta es la de limpiar el interior de los chipis, separar los tentáculos y eliminar la jibia. Con suerte te lo harán en tu pescadería si eres habitual, te tienen cariñito y no están de oferta.
Una vez en casa y con todo eso solucionado, la cosa se agiliza bastante, aunque nos queda tarea. Hay que trocear los tentáculos y las aletas para hacer la farsa del relleno, pochar cebolla, rellenar y localizar el palillero para que no se nos salga ni una miaja del relleno.
Sí, estos chipirones rellenos en su tinta requieren un poco de cariño y trabajo, pero la cocción se hace desatendida: tendrás varias horas para tus cosas. A cambio, conseguirás un plato de categoría que podrás preparar con antelación y servir en un día endomingado.
Preparación: 50 minutos
Cocción: 3 horas 30 minutos
Función: ALTA
Raciones: 4
1,5 kg de chipirones
3 cebollas grandes
4 dientes de ajo
Aceite de oliva virgen extra