Caldo de cebolla
Si yo fuera La Oreja de Van Gogh –el grupo musical, no la oreja en sí– te diría entre acordes algo así como te voy a escribir la receta más corta del mundo; porque este caldo de cebolla es una de las recetas más sencillas, en cuanto a ingredientes y elaboración, de las que he publicado en Crockpotting. Puede que esté algo adornada en el texto con eso de "pela las cebollas" y demás indicaciones, pero la verdad es que aquí no hay más que dos kilos de cebollas, sal, agua y 24 horas de cocción. Punto.
Si te llama la atención la alta cocina y has ido durante este año al restaurante Montia, esta receta te recordará al que allí hacen. Si lo has probado, con sus esferificaciones de queso, su sardina ahumada y sus corujos, te recorrerá un hilo de emoción al recordarlo.
De allí me vine con la idea de hacer un caldo de cebolla en crock pot cuando, al preguntar cómo hacían esa maravilla, me contestaron que simplemente se trataba de cebolla, agua y muchas horas de cocción. A veces lo más simple es…