Bonito con tomate
Uno de los placeres del verano es poder comer bonito en todas sus elaboraciones. Del norte, para qué andar con rodeos. Este mes de agosto, recién inauguradas las vacaciones donostiarras, mi madre empezó a desgranar el menú de una de las comidas familiares. –Puedo comprar bonito– me dijo, y a mí se me alegraron los ojos.
Aún no sabía que ese día, en la mesa, más que un segundo plato tendríamos todo un homenaje a este túnido con txapela. Llegada la hora de la comida, en los fuegos dos cazuelas: bonito con tomate y bonito encebollado. Y no había que elegir; mi madre, que es una maestra del reparto a la mesa, había decidido que sí o sí, comeríamos de los dos.
Esta receta de bonito con tomate en slow cooker está hecha al estilo de mi madre aunque crockpotizada, con una salsa elaborada a base de tomate, pimiento verde y cebolla, y un bonito del norte fresco y cocinado en su punto justo. "Que solo cambie de color", es como ella llama al punto del pescado.
Y ya que estamos con el bonito, vamo…