Hace años que me devanaba la cabeza pensando cómo podría hacer unas berenjenas rellenas de carne en slow cooker con una receta que fuera fácil y en la que todo se cocinara a la vez. Parecía imposible. O puede que haya estado todos estos años muy poco espabilada –lerda, diría yo– porque la solución no ha podido ser más sencilla.
Solté un grito sordo de ¡eureka! el día que tuve que asar una berenjena que andaba perdida por el frigorífico pidiendo que, por favor, hiciera algo con ella, que la suya ya empezaba a ser una espera demasiado larga. Como no estaba yo para flautas, simplemente la metí en el slow cooker y la asé para comerla con una salsa de miso blanco.
Pude haberle dado más cariño, sí, pero si hubiera hecho un guiso con ella, no me habría dado cuenta de que en una misma cocción podía tener listos el relleno y las berenjenas enteras para poder cortarlas, vaciarlas y rellenarlas. Y así, después de años de pensar que este plato no era posible, aquí lo tienes. Buen provecho.
Las carrilleras
Verás que no he usado carne picada. No es que no me guste, pero creo que las carrilleras funcionan mucho mejor en los rellenos y las salsas de carne cocinadas en olla lenta.
En cocina convencional, una buena carne picada puede lucirse tras pasar por el fuego vivo, pero en crockpot se puede convertir en un amasijo gris con poco sabor que suelta demasiado líquido.